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El viento agita los cerezos: un sueño por cumplir.
Sentaro, el cocinero de un pequeño local de Dorayaki recibe la
visita de una dulce anciana llamada Tokue, quien está determinada a trabajar en
el local de Sentaro. En un principio Sentaro no quiere contratar a Tokue, pues
cree que el trabajo es muy demandante para la anciana y sus manos algo deformes.
Sin embargo, cuando Sentaro prueba la pasta de judías (Anko) de Tokue decide
contratarla, dando paso a una etapa de prosperidad y a una bella amistad.
La película es una obra grandiosa, con momentos preciosos y
cargados de emoción. Personalmente me gustó que la película mostrará en un
principio al protagonista como una persona con el ánimo bajo, y que está “presa”
de su trabajo, pero esto sin llegar a ser algo melodramático. Creo que se
consigue conectar con el espectador de una forma efectiva, haciendo que no se
sienta como algo exagerado, sino más bien como algo más real. Además, la
fotografía de la película es realmente maravillosa; con colores vivos y
brillantes de árboles bailando al son del viento, así como verdes grisáceos para
la luz de las farolas. Todo en conjunto llevan a una película en la que se
transmite una constante paz que hace disfrutar de gran manera el film.
Ficha técnica.
Dirección: Naomi Kawase.
Guion: Naomi Kawase.
Música: David Hadjadj.
Fotografía: Shigeki Akiyama.
Felipe Muñoz Urtubia
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